viernes, 21 de junio de 2024
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¿Comprar ahora y tomarse una sangría en la terraza tan pronto como la semana que viene? "Así de rápido se compra una residencia en España, pero cuidado con las trampas"

Los agentes inmobiliarios de la costa belga no están de muy buen humor con este tiempo renqueante, pero sus colegas españoles están haciendo un excelente negocio. "Si compra ahora, con un poco de suerte estará sentado en su terraza con una sangría una semana después", dice el experto inmobiliario Bjorn Cocquyt. Él aconseja casas y pisos de entrada de 200.000 a 3,25 millones de euros en todas las regiones populares, pero también advierte de los escollos. "Las deudas se adhieren a una propiedad y se convierten así en tu responsabilidad. Así se juega sobre seguro".

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Mientras escribimos este artículo, pasan otra serie de chubascos y el termómetro marca 15 grados. Aunque todos anhelamos el sol, aún no se vislumbra una semana de tiempo veraniego en el horizonte. No es de extrañar que los vendedores de segundas viviendas en el sur tengan las manos llenas. Los belgas lo hacen sobre todo en España, con nada menos que 4.649 compras el año pasado.


La mayoría opta por la obra nueva, a menudo incluso sobre plano, incluso antes de que se haya puesto la primera piedra. Con ese tipo de propiedad, sin embargo, hay que armarse de paciencia durante uno o dos años antes de poder pasar allí unas vacaciones. Si quiere huir ahora de nuestro triste clima, eso no sirve de nada. Es diferente cuando se compra una propiedad ya existente. Entonces las cosas pueden ir muy deprisa y no es excepcional estar bebiendo sangría en la terraza de tu casa recién adquirida apenas una semana después de la compra.


Más rápido que mañana, mañana

Por supuesto, esto conlleva algunas condiciones. La más importante es que disponga de fondos suficientes para pagar la compra y no tenga que pedir un préstamo, de lo contrario el plazo se retrasará inmediatamente unas semanas.


Si tiene que llamar a la puerta del banco, le convendría sentarse con su banquero antes de su viaje de inspección a España y revisar sus opciones. De ese modo, podrá actuar con rapidez una vez que haya encontrado una segunda residencia. Al fin y al cabo, a partir de ese momento se pone en marcha un engranaje administrativo que, a pesar de la conocida expresión española "mañana, mañana", puede ser enérgico.


Todo comienza con la solicitud de un número NIE. Se trata de un número de identificación fiscal obligatorio que está vinculado a su identidad de por vida. También se necesita para contratar la energía, por ejemplo. Dependiendo de la región -a veces hay listas de espera-, tendrá su número NIE en unos días, con un coste insignificante. Si tarda más, puede estipular en el contrato de compraventa que se lo entregarán en el departamento correspondiente en el plazo de un mes.


"A menudo, esto llama a la puerta de un gestor, al que usted otorga un poder para realizar determinadas operaciones en su nombre", dice Bjorn Cocquyt.


Es más la regla que la excepción que, para solicitar el número NIE, se llame a la puerta de un abogado o de un gestor, a quien se da un poder para realizar determinadas gestiones en su nombre.


En cualquier caso, es aconsejable contratar a una persona de este tipo, porque en España estas personas se encargan de tareas que en nuestro país realiza un notario. Esto incluye verificar la situación financiera del vendedor: ¿tiene aún deudas con el banco, existe un préstamo para la casa, se han pagado todos los gastos comunes...? A diferencia de lo que ocurre con nosotros, en España las deudas permanecen ligadas a la propiedad y pasan a ser su responsabilidad una vez que usted es el propietario.


Nota Simple

Algunas de estas cuestiones enumeradas también se mencionan en la Nota Simple que se solicita al registro de la propiedad. Ese documento contiene además el historial de propiedad, el estado del permiso y una descripción detallada que incluye superficies y distribución. La Nota Simple -que debe ser lo más reciente posible- es, por tanto, esencial para tener seguridad jurídica antes de completar la compra. El certificado de eficiencia energética también es indispensable para agilizar el proceso. Si no se dispone de él, hay que nombrar a un experto y eso lleva tiempo. De momento no hay obligación de renovación.


"En principio, un agente inmobiliario también puede recabar la información necesaria, pero por desgracia también hay pícaros que ejercen una profesión no reconocida en España", dice Bjorn Cocquyt.


En principio, un agente inmobiliario también puede recabar la información necesaria, pero desgraciadamente sigue habiendo pícaros que ejercen una profesión que todavía no está reconocida en España. En cambio, un abogado es civilmente responsable. La tranquilidad que le ofrece el abogado no es gratuita. Un abogado cobra el 1 por ciento + 21 por ciento de IVA del precio de compra. Algunos bufetes aplican una cantidad fija, del orden de 1.500 euros, por propiedad existente.


Personal que habla neerlandés

Conviene saber: en las regiones populares, todos los grandes bufetes de abogados emplean personal administrativo neerlandófono. Esto es muy útil, porque por una cuota de entre 150 y 500 euros al año, se encargarán de cerrar por ti los contratos de energía e internet, se ocuparán de la parte fiscal de tu segunda residencia y serán un punto de contacto en tu idioma.


Otra ventaja de un bufete grande es que saben exactamente a quién dirigirse, lo que obviamente ayuda cuando hay que actuar con rapidez. Como resultado, puede que se encuentre sentado ante el notario para otorgar la escritura sólo una semana después de haber encontrado su lugar bajo el sol. Aunque le cueste más esfuerzo, un plazo de seis semanas sigue siendo corto comparado con Bélgica, y le permite estrenar su segunda residencia ya este verano.


Le entregarán las llaves cuando se formalice la escritura, una vez pagados todos los gastos además del precio de compra. Entre ellos están los gastos de notaría, el impuesto de actos jurídicos documentados, el registro... Todos juntos suponen alrededor del 3%. Por último, está el impuesto de transmisiones patrimoniales, que varía en función del lugar de compra. En Andalucía, por ejemplo, es del 7%, en Murcia del 8% y en la Comunidad Valenciana (Costa Blanca) del 10%.


Fuente: Het Laatste Nieuws